A MI HERMANO

Voy a empezar a contaros mis ultimas inquietudes del alma. Quizás sea demasiado metafísico el comienzo pero es la pura verdad. A ver por donde empiezo. Vengo de una familia muy cofrade, pero nada dada a lardes en apariciones públicas. En Huelva, aquella de los años 50 y 60, la Semana Santa estaba en total decaimiento, toda aquella persona que se acercaba a cualquier Hermandad era un bendito loco que quería levantar algo que por la época se daba casi por perdido. Flores de papel, cargadores del puerto costeados dificultosamente, enseres prestados, pasos mal trechos, y un largo etc. Pues mi padre fue uno de esos locos. De carácter intimo, nada extrovertido y con un sentido intimista de la familia, pocas veces le vimos un desgaste en cariños y alagos. Nosotros tres, su hija mayor y los dos hijos menores, somos de un carácter similar. Pocas veces hablamos de nuestros sentimientos con la familia, y casi nunca con los amigos. No somos extrovertidos, aunque lo parezcamos. Somos personas calladas, que demostramos nuestra valía trabajando. Quizás esa actitud un tanto egoísta nos halla hecho llegar a ser hasta estúpidos en algunas ocasiones. Os aseguro que no es estupidez, que es pánico, miedo escénico, falta de carácter, o mas bien dejarse llevar por otros. Yo, que soy el menor, soy un tanto diferente, mas parecido a la forma de ser mi madre. Quizás porque mi verdadera pasión por la Semana Santa, me ha hecho romper muchas barreras personales, e incluso de mi propia ciudad. A veces puedo parecer osado y agresivo, arrogante y chulesco, pero en el fondo soy un perro arrinconado y acobardado que solo sabe ladrar de miedo. Pues les sigo contando por que les suelto esta perorata. Todo lo que ronda mi cabeza desde hace ya algunos años es mi Hermano. El es una persona demasiada introvertida, callado y falto de carácter habitualmente. En los últimos años no lo ha pasado muy bien, su alma se ha hecho casi jirones, y el menosprecio por si mismo ha llegado a situaciones extremas. Mi madre, también hecha añicos, lleva tambien muchisimos años luchando con mi padre, el cual padece una enfermedad neuronal que se lo esta comiendo poco a poco. Y es que cuando empezó con apenas 40 años, yo veía a mi padre como una persona mayor. Las vueltas que da la vida, a mi que apenas me quedan dos años para esa edad, me parezco todavía joven, y él por aquel entonces había vivido demasiado para su cuerpo y su alma. Todo esto nos lleva a seguir con la historia de quien ahora no deja de estar en mi cabeza 24 horas. Un tobillo inflamado esporadicamente, dolores de pierna, y un cierto reparo a ir al medico, a desembocado en una situación que a nadie se la deseo. Después de tantas supuestas “negligencias” medicas, y de tantas torpezas por parte de una cadena que parece interminable en la sanidad publica de Huelva, ha hecho llegar a una situación limite. Un mes de lucha sin sentido en el hospital, hasta conseguir ser derivado al Virgen del Rocío, nos ha llevado a lo que todos nos temíamos y nadie quería aceptar. Yo en cierta forma me siento culpable. El año pasado lo convencía para que volviera a coger el costal. Después de unos años en el dique seco, conseguí que saliera conmigo el el Palio del Valle, ademas confiamos en el para que llevase un zanco trasero. Este palio no ofrece ninguna complicación de trabajo, siempre de frente y mas paso quiero, ese es nuestro reto. Ademas lo volví a convencer para que se viniera a salir al Resucitado, allí donde “maltrato” a mis compañeros de costal a base de costeros, picaos y tres pasos. Y El, en su silencio, aguanto el tirón como un campeón, dio todo lo que apenas pudo aprender en su Cofradía del Santo Entierro, donde comenzó con esta bendita locura del costal. Me siento culpable, por que no se si todo esto pudo influir negativamente en su “lesión”, la cuestión es que la semana que viene comienza tratamiento en oncologia en el Virgen del Rocío, después operación, y luego a seguir con el tratamiento. Hoy me he enterado de un Hermano Mayor que tuvieron que ponerle una prótesis en la tibia, y hoy en día sale conmigo en el Resucitado. Espero que cuando le cambien el peroné, y se recupere, pueda hacer dos de las cosas que mas desea en este mundo, casarse con su novia y volver a las trabajaderas.

Javier Mesa Diaz