Un año más llegará el Miércoles Santo a la Capilla de Santa María Santísima de la Esperanza Coronada, pero este año será diferente para 35 hermanos costaleros de la Santísima Virgen. Sí, diferente, pues será un día que por muy soleado que esté, para estos hermanos será el Miércoles Santo más gris que vivamos, pues por nuestras mentes pasarán muchos recuerdos. La primera salida de la capilla, la Medalla de la Ciudad y su Coronación Canónica, la salida extraordinaria de septiembre… Toda una vida junto a Ella. Tendremos recuerdos de sus capataces, Juan Manuel Gil y Guillermo Ortega Madrigal, cuando él nos llamaba cariñosamente “su cuadrilla flamenca” y, entre lágrimas, siempre se les escapaba un ¡Viva! A su Virgen. Para muchos de nosotros ha sido el que más sentimientos y cariño ha tenido al frente de esta cuadrilla. Recordaremos cómo cada uno de nosotros nos preparábamos para hacer estación de penitencia, en mi caso, cuando me marchaba de casa, me despedía de mi madre y mi mujer con un beso y le decía: “hasta mañana, un año más voy a sacar a mi Virgen”. Me dirigía a la capilla radiante de ilusión, dándole gracias por un año más estar debajo de sus benditas trabajaderas. También recordaremos la primera cita de la tarde del miércoles en la Plaza Niña para recoger los relevos, esos relevos que teníamos que hacer a los hermanos de la cuadrilla baja, siempre expectantes de que el capataz llegara al sitio para volver a meternos. Todo esto y mucho más este año no lo podremos vivir como costaleros, pero sí lo viviremos como devotos de la Santísima Virgen y estaremos como palomas revoloteando a su alrededor en cada esquina, para que la Virgen no eche de menos a sus costaleros de la cuadrilla alta, mirándola con los ojos empañados en lágrimas y preguntándonos ¿Porqué no más? Después de tantos años desempeñados bajo las trabajadoras de la Esperanza, unos hombres, que cometieron el pecado de ser un poco más altos de la media. No hemos querido ser unos veteranos costaleros, solo unos costaleros de devoción y no unos aficionados al costal y querer a la Virgen siempre. ¡Viva la Virgen de la Esperanza Coronada!
Fdo.: Fco. Gabriel Masero, costalero de la cuadrilla alta