Mientras veía cómo por fin el esperado hijo de Paquirrín abandonaba la misma clínica en la que me encontraba, rodeado de lo más pintoresco de cada casa, leía tumbado en el sofá de acompañante al maestro Barbeito en su columna ABC exponer la tristeza que le producía ver a aquellos quienes tendrían que dar ejemplo de fraternidad en este mundo de las Hermandades, anden por oscuras veredas y sombríos callejones para llegar a un cargo como sea…..Le gustaría (decía)… en estos casos, ver a Dios con una vara, No de plata , sino de acebuche……. y me dio que pensar…. quizás , más de la cuenta .
El que suscribe más acostumbrado a la charla directa que a poner sobre unas líneas ideas que tiene en la cabeza, siempre le ha costado mucho negarse a cualquier apoyo que en relación a este mundillo le haya requerido algún amigo, no siendo pocas las veces en las que me he arrepentido, conociéndome la poca capacidad de moderación que profeso frente a la mediocridad y lo versátil que pueden llegar a ser las voluntades de los que componen todo este tinglao.
Recapacitando sobre la idea inicial e intentando argumentar algo válido como excusa, me puse a reflexionar sobre mi concepto de Hermandad , y digo bien lo de mío, pues he de suponer que cada cual tiene un fin o un pretexto para pertenecer a una Corporación , más allá de la Fé en Dios y su Bendita Madre.
Las Hermandades ,fuera de toda parafernalia y como asociaciones religiosas integradas en nuestra sociedad no tienen sentido sin sus hermanos y sin vida entre ellos. Aquí el Nexo de unión entre los hermanos existe por mediación de sus titulares, pero es la convivencia entre ellos lo que determina su verdadera pertenencia a dicha corporación, no al acto administrativo y burocrático de ser parte de su nómina de hermanos, sino de la verdadera participación en la vida de hermandad . Y es aquí , en esta relación afectiva, donde entra a jugar un papel importante las connotaciones propias de la sociedad y de uno mismo, siendo por tanto Origen y Mal de la mayoría de los conflictos internos en dichas Hermandades.
Generalizando este concepto de participación , en muchos de los casos nos hemos visto tan integrado en la marcha de la Hermandad que éramos literalmente absorbidos por “la vida” de ella, es más, ésta vida giraba entorno a nosotros mismos, donde nos sentíamos piezas esenciales y fundamentales para que La Cofradía existiera (y digo bien lo de Cofradía que no Hermandad), donde asumíamos responsabilidades más allá de la que éramos capaces de desempeñar , bien por trabajo o por propia capacitación intelectual necesaria o al menos aconsejable pienso yo, para todo órgano de representación pública, con el único fin y pretexto del engrandecimiento de “nuestra propia” Hermandad.
El sentido de la Propiedad se hace cada vez más acusado,consecuencia natural de tanta entrega y es cuando se comienza a especular con todo aquello que pueda llegar a cambiar el “ status quo” de la situación que se ha creado , salvo si no es para mejorarla.
Paradójicamente , la entrega antes desinteresada, se convierte en instrumento, en mera moneda de cambio , para mantener un roll dentro de la Hermandad sin el cual, parece que no tiene sentido muchos esfuerzos.
¿Pero.... nuestro fin no era servir a la Hermandad ¿..... ¿o es que la necesidad de ella ha vuelto la lectura al revés y somos nosotros la que necesitamos de la Ella ?
Desgraciadamente, las Hermandades se ha convertido en un refugio muy abonado para aquellos donde muy a su pesar, la vida no le ha llevado al lugar dónde ellos considera o no se han sentido suficientemente valorados, encontrando en éstas un medio de cubrir sus espectativas ,ello no tiene por que ser del todo malo, siempre que su esfuerzo sea orientado al bien general y no al suyo propio.
Lamentablemente no siempre es así.
Contra todo ello y en ocasiones, los propios acontecimientos que cada uno tenemos en nuestras vida , por muy del revés que nos pudiéramos llegar a sentir en ese momento, te hacen dar un paso atrás y ves las cosas desde otra perspectiva , con un prisma más relativo quizás, que lleva a un proceso mental , casi de maduración cofrade me atrevería a decir , y que muy a nuestro pesar, necesita a veces de estas espoletas que da la vida para seguir creciendo.
Ello, fuera de toda especulación y por desgracia no es general , hay personas que dicho proceso lo tienen paralizado en el tiempo, bien por cuestiones patológicas algunas parecen que incurables , o bien por un marcado sentido de conservar aquello que se desea por encima de todo o casi todo.
Hacer este ejercicio de reflexión en uno mismo es tremendamente complicado, es necesario una carga de madurez y sentido de Hermandad verdaderamente importante y que afortunadamente encontramos en muchos Hermanos y dirigentes , pero no todo el mundo estamos capacitado a ello, muchos necesitan de esa acción determinada que lleve a relativizar todo algo más, a ver desde un sentido más amplio, a sacar el verdadero cogollo al asunto, a dar importancia a lo que antes no tenía y quitársela a lo que antes estabas dispuesto a todo por ello, a ver más allá de las puertas de un almacén , de un martillo, de una vara , de una silla en primera fila de bancos en una Iglesia o de la propia casa de hermandad, a reflexionar sobre lo que es realmente importante en la pertenencia a una Hermandad, a dejar los morriones sólo para la Estación de Penitencia, a ser claros y honestos pues estás entre Hermanos, a dejar de ser Yo para ser Somos , a decir Pasa y no Fuera.
Una vez pasado este escalón, que a veces se hace demasiado alto, se medita mucho sobre lo que hay y su verdadera valía, y es cuando aparece el Nexo inicial, el único Fin válido para nuestra entrega , y que debió ser ejemplo a seguir en nuestro actuar, para el que sólo hace falta cruzar el dintel de una Iglesia,...... , nada más.
Lo mejor de todo esto es que como toda reflexión parte de uno mismo, no sabes realmente muy bien si estás en lo cierto o no, es más es casi intrascendente, al menos nos hemos enriquecido en ver otro punto de vista que antes no se tenía y descubres otra realidad, más plural, más esencial, con menos requisitos y señales de Stop.... pero muy difícil poner en práctica.
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