Casi con toda normalidad nos hemos acostumbrado a que el tiempo habitual para que esté un hombre de negro en los martillos sea el justo y necesario para que la Cofradía sea dirigida por una Junta de Gobierno que poco tiene que ver con la saliente. Da igual que cuatro años que ocho, a veces menos, son necesarios para realizar dicho relevo. En el caso de la única Cofradía que ve el amanecer de Viernes Santo, los martillos han tenido durante un, demasiado, largo periodo una seria de cambio de manos, que aunque nunca fue impedimento para que dificultase la cantidad de hombres de devoción metieran si cerviz bajo la trabajadera del bendito Hijo de Dios y su entristecida Madre acompañanada por el discípulo amado, si ha podido relentizar la evolución del trabajo a desarrollar. Esta Hermandad siempre fue de Hermanos comprometidos y estos siempre respondieron con toda seriedad y compromiso. Pasado un periodo y recordando la manida frase de que el tiempo cicatriza heridas y pone a cada uno en el lugar que le corresponde, han sido nombrados como capataces a D. José Carlos Martín, en el Señor de Huelva, aconpañado por José María García, y a Francisco Borrero, auxiliado por Fernando Cárdenas en la Señora del Amanecer del Viernes Santo, María Santísima de la Amargura. Mi enhorabuena a ambos en esta nueva etapa en los bronces de su Cofradía.Que Cruja la Maera.
Que Cruja la Maera
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